

Al igual que nunca un movimiento había generado un terremoto de tal magnitud dentro de la NBA, tampoco nunca una presentación y rueda de prensa había generado nunca tanta expectación. Porque finalmente, mientras esto continúa aún siendo la comidilla y casi de lo único que habla toda la Liga, los medios y la fanaticada, llegó el día: Luka Doncic compareció ante los medios como nuevo jugador de Los Ángeles Lakers y posó con la camiseta oro y púrpura dejando una nueva imagen para la historia y dentro de un episodio cuyo impacto y revolución parece carecer cada vez más de precedentes.
La mejor prueba de ello fue este acto en un UCLA Health Training Center, el centro de entrenamiento del equipo, completamente lleno hasta la bandera y donde Doncic, a modo de carta de presentación, marcó un objetivo claro y ambicioso: «Vengo aquí para ganar el título, no hay otro objetivo».

El movimiento que llevó a Doncic a los Lakers y a Anthony Davis a los Dallas Mavericks se fraguó en el más absoluto sigilo. Rob Pelinka, General Manager de los Lakers, explicó que el acuerdo se gestó en un encuentro discreto entre los dueños y directivos de ambas franquicias: «Todo comenzó con un café en Dallas. La única forma de que esto saliera adelante era que solo lo hablaran los GM y los dueños, nadie más». Doncic confesó que se enteró del traspaso mientras dormía: «Fue un shock, porque Dallas era mi casa. Pero ahora voy a jugar en el mejor equipo del mundo».
En su presentación, Doncic recordó también con emoción el momento en el que Kobe Bryant le habló en esloveno durante un partido: «Siempre recordaré aquel momento. Ojalá él y Gigi pudieran estar aquí para ver este día». Además, el esloveno también se reveló que LeBron James, quien aparentemente y según aún insisten muchos medios tampoco estaba al tanto de la sorpresiva llegada del base, le llamó personalmente tras cerrarse el traspaso desde Nueva York: «Me dijo: ‘Sé cómo te sientes’. Le agradezco la llamada para darme la bienvenida».
La salida del esloveno de Dallas sacudió por completo el panorama deportivo en un domingo de locura marcado por un traspaso que generó una gran controversia entre los aficionados y analistas de la NBA, muchos de los cuales consideraban que la franquicia texana estaba renunciando a su estrella, y un talento que muchos ven como un jugador capaz de marcar una era, demasiado pronto. El propio Doncic mostró cierta incredulidad ante la decisión: «Creía que iba a estar toda mi carrera en Dallas, porque la lealtad es muy importante para mí. No entiendo completamente la decisión, pero ya está tomada y ahora me enfoco en esta nueva etapa». A pesar de su sorpresa, el esloveno destacó que está motivado para demostrar su valía en Los Ángeles y llevar a los Lakers a lo más alto.
A pesar de todo el «ruido» generado en los últimos días, el nuevo refuerzo angelino se mostró entusiasmado con esta nueva etapa de su carrera: «Jugar en los Lakers es una gran oportunidad. Intentaré mejorar al equipo y a mis compañeros cada día». Sobre su asociación con LeBron, no dudó en mostrarse ilusionado: «Es un sueño hecho realidad. Siempre lo he admirado. Hay muchas cosas que puedo aprender de él».
«Me estoy tomando mi tiempo para estar completamente recuperado. A veces he vuelto antes de lo debido, pero esta vez quiero estar en mi mejor versión», comentó este respecto a su estado físico, mientras que respecto a los refuerzos y posibles fichajes tras la salida de Anthony Davis, el esloveno reconoció que el equipo necesita un pívot: «El mercado está complicado ahora, pero veremos si se refuerza el equipo».